sábado, 10 de junio de 2017

REFUNDIDO DE JABÓN

En alguna ocasión me han preguntado si se puede hacer un jabón base para posteriormente derretir y echar los colorantes y aceites esenciales. En mi opinión no es práctico y el resultado sería menos estético que si hacemos un buen jabón bien y con todo lo que necesita desde un principio. Ahora bien, puede darse el caso de que hayamos hecho un lote de jabones al que se nos olvidó echar los aceites esenciales o hayamos comprado un aceite esencial que nos gustaría añadir. También puede que hayamos hecho muchos jabones de un tipo y nos hayamos aburrido de usar siempre el mismo. O quizá hemos hecho un lote de jabones y hemos tenido que recortarlos bastante para que queden bonitos, con lo cual nos han sobrado muchos trozos de jabón que desde luego pueden ser aprovechables. Por estos motivos puede ser muy práctico refundir nuestros jabones para poder reinventarlos.

La técnica es muy sencilla, consiste en coger los jabones viejos a usar y trocearlos mucho. Hay quien los ralla con un rallador o los tritura en su robot de cocina. Dependiendo de como lo hagamos quedará un resultado u otro. A mi personalmente me gusta cortarlo en trocitos y que no se terminen de derretir pues así obtengo resultados muy interesantes. 



No mezclo refundidos de los restos que acabo de cortar con los trozos de jabones mas antiguos. O refundo los trozos sobrantes o los jabones antiguos. El motivo es que los jabones antiguos ya están mas duros pues han soltado bastante humedad y ademas ya están curados mientras que los trozos recién hechos están todavía blanditos y no han curado. Si bien es verdad que calentando durante un rato se produciría una saponificación en caliente y necesitarían menos curado.

Una vez troceados los jabones echamos los trozos en una jarra de cristal que aguante el calor y lo ponemos al baño maría. Dependiendo de lo duros que estén echamos agua. Una cucharada si no están tan duros y dos si lo están mas. También depende de la cantidad de jabón que vayamos a refundir. A mi personalmente me gusta añadir de una cucharadita a dos de glicerina dependiendo de la cantidad de jabón. Echando glicerina a veces he conseguido que algunos jabones queden con zonas translúcidas que me encantan.

Removemos de vez en cuando. El tiempo variará en cada caso dependiendo de lo que tarde en fundir el jabón. Cuando tenga la consistencia que buscamos echamos los aceites esenciales (sin abusar) y el colorante que hayamos preparado. Removemos bien para que se integre la mezcla y ya está listo para enmondar.

Yo personalmente cuando enmoldo me gusta meter los moldes al congelador un rato para que luego se haga fácil el desmoldado. De otra manera, ya que los hemos hidratado en el proceso, suelen quedarse pegados en el molde.



Una vez desmoldados, si han quedado bien ni los toco, espero un tiempo para que pierdan la humedad sobrante que pudieran tener hasta que se puedan usar. Si no me convence el resultado, los corto con la cortadora de jabón y es fascinante ver el diseño que esconden.





Espero que a partir de ahora os atreváis a usar esta técnica para aprovechar bien esos jabones aburridos o restos de recortes. Como siempre he hecho un vídeo para que podáis ver el proceso.




                               

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